El UCAM Murcia CB visitó al Real Madrid para regresar a la ruta de la victoria en ACB tras su pinchazo fuera de casa ante Bilbao. Los alumnos de Sito Alonso salieron de manera fuerte en el tramo inicial, encomendándose a Diagne, que estuvo inspirando en ataque. Asimismo Sleva fue clave en la puntuación y asociación para terminar con 15-22.

En el 2Q tuvo mucha presencia Caupain en pista, sirviéndose de la dupla de Jelinek-Radovic para unos buenos minutos. Otra de las claves para no perder comba estuvo en Sant-Roos y en su caza del rebote, una escenificación de largo para sumar al lado de sus compañeros. En el cuadro Madridista, Musa fue un quebradero de cabeza y la nota negativa estuvo en las pérdidas (10 Madrid y 9 UCAM).

Fuera del juego, hubo una acción polémica al final del 2Q. Tavares tuvo un lance de juego con Diagne y se lió la mundial tras la revisión. Sito Alonso comprendió que hubo una agresión y no simulación de su jugador y conminó a los árbitros con desamparar la cancha con 4 décimas para el final. Su staff técnico sí fue a vestuarios y el banquillo hizo amago de ello. Por último, cuando sonó la última bocina, Llull se aproximó al adiestrador del UCAM y afirmó algo que incordió mucho a Sito. El universitario fue tras él y los propios jugadores debieron parar al técnico palpablemente airado (42-37).

En el 3Q el Real Madrid deseó dar un golpe encima de la mesa a base de martillazos de Campazzo. El que fuera en su día base del UCAM Murcia fue una pesadilla en los intereses visitantes. Hakanson sostuvo en la pomada a los suyos con puntos vitales, mas el Facu volvió a pegar más fuerte para marcar la primera distancia en el partido. Asimismo tuvo mucho que ver Tavares en la defensa, una faceta que pesó mucho para el UCAM, del mismo modo que la habilidad Llull con su sapiencia en el juego (81-62).

En el último cuarto ya se fue el Real Madrid de forma terminante. Comenzó no obstante con sendos triples el equipo Murciano, mas el oficio de los merengues pesó más. El duelo Hezonja-Caupain hizo que al segundo se le viesen las costuras, sobre todo por la comodidad de los locales en un +18 que ya parecía prácticamente insuperable por el dominio del equipo blanco (106-92).