Boston se hace con el anillo de la NBA en el TD Garden 16 años después (106-88) | VIDEO-RESUMEN

Abrazos, emoción, chillidos de alegría, rabia contenida y lágrimas a raudales en un TD Garden que soñaba con este instante desde hacía 16 años. Los Boston Celtics vuelven a ser vencedores de la NBA una vez más, pero no una alguno. Reconquistan el trono de la liga estadounidense y se asientan de nuevo en lo más prominente de la pirámide en la liga estadounidense, el aparato más laureado de la competición. Con 18 anillos sin parangón, se destacan de Los Angeles Lakers en el conteo histórico, un motivo más para festejar en una celebración colosal a nivel deportivo y comunitario.

Con una victoria por 106-88 sobre los Dallas Mavericks, excedidos y agotados en el quinto asalto de las Finales de la NBA de 2024, la franquicia de Massachussets navegó plácidamente hacia el 4-1 definitivo en la eliminatoria por el título a través de un Jayson Tatum sideral. Adiós diablos , adiós fantasmas para la piedra filosofal de un aparato eminentemente coral, autor de 31 puntos, 8 rebotes y 11 asistencias rumbo a su primer título a los 26 años, tras seis viajes a las Finales del Este en ocho cursos junto a su inseparable Jaylen Brown, elegido MVP de las Finales.

"Es irreal, lo hemos conseguido , ¡lo conseguimos !", bramaba Tatum, que lloró en la banda, al lado de su hijo Deuce, en el momento en que fue sustituido y ovacionado a un par de minutos de la conclusión. Los dos dejaron la imagen mucho más bonita de la consecución del título. "Me dijo que soy el mejor del mundo , y pensé, \'caray, pues claro que lo soy\'", detalló después el flamante campeón.

"No tengo expresiones , lo siento. Hemos respondido todo el año, con nuestra afición, y este fué un largo, largo camino. Somos un conjunto resiliente, pasamos por varias cosas , ¿¡y qué dirán ahora !?", se desgañitaba el alero, la cara principal del conjunto , en pleno directo. No dejó de sonreír en el momento en que se percató de que él, no obstante , no sería el recipiente del principal distintivo individual de las Finales, uno que no puede reflejar la dualidad, aun colectividad, que rige el liderazgo de estos Celtics dentro y fuera de la pista.

"Ha sido un esfuerzo de aparato , y lo quiero compartir con mis hermanos y con mi camarada, Jayson Tatum, quiero comunicar este trofeo con él, puesto que ha estado conmigo desde el comienzo ", comentó Jaylen Brown, recipiente del galardón individual tras una eliminatoria por el título redonda, tenuemente mucho más completa que la de su eterno compañero de fatigas.

Con 107 visualizaciones juntos en los playoffs, son la pareja estelar que mayor número de encuentros ha requerido para capturar su primer entorchado en la NBA. En la coronación determinante , el escolta aportó 21 muchos , 8 rebotes, 6 asistencias y 2 robos , impactando tanto en ataque como en defensa, y volviendo a manifestarse en los instantes definitivos para remachar la faena.

Los Celtics liquidaron sin piedad a unos Mavs que no lograron liderar ni un solo minuto en el partido definitivo de la temporada. Alén de un buen comienzo alimentado por los secundarios y el banquillo, los texanos echaron de menos la mejor versión de su referente, un Luka Doncic tan espectacular como reventado a nivel físico. Al mago esloveno, creador de 28 puntos, 12 rebotes y 5 asistencias, se le agotó la mecha y por el momento no ha podido sacar el conejo de la chistera en su temporada mucho más extendida hasta hoy.

Su preparación va a ser , una vez más , motivo de debate este verano. También su salud tras finalizar magullado del tobillo, la pierna y la zona torácica, jugando infiltrado y en plan heroico a lo largo de la ronda por el título. Tampoco compareció en el TD Garden, de nuevo , un Kyrie Irving que tardó una cuarta parte entero en anotar y se quedó en 15 muchos , 9 asistencias y un pobre 5 de 16 en tiros de campo, sobrepasado por un escenario que se le ha atragantado desde 2021, donde ha perdido hasta ocho veces sucesivas.

Más allá de un inspirado Josh Green (14) y un insistente Derrick Jones Jr. (diez ), la iniciativa de Dallas para procurar extender la serie se encontró con la falta de inspiración de sus astros. Hasta que metió su primer triple, por citar un caso de muestra , Doncic encadenó seis fallos. 14 seguidos contando su 0-8 en la tunda histórica del cuarto partido que brindó dignidad a la despedida de unos Mavericks inopinados , capaces de reconducir su temporada de manera maravillosa en cuestión de meses merced a la llegada de PJ. Washington y Daniel Gafford.

Un final de primer cuarto destructor , con un parcial de 9-0, destrozó en unos cuantos minutos el buen trabajo de contención visitante a favor de los Celtics. Es una receta en la que ha insistido una y otra vez Joe Mazzulla, incapaz de dejar caer el pie del acelerador y pensando ya , probablemente, en cómo reiterar anillo el curso que viene. Sería otro logro imponente para Boston, que es el sexto vencedor distinto en las últimas seis temporadas, una variedad de triunfadores que no se veía desde 1980.

Los locales escaparon 28-18 arriba y prácticamente ni soltaron el liderato de dobles dígitos el resto del acercamiento. Espoleados anímicamente por el retorno de Kristaps Porzingis, que jugó visiblemente con limite y solamente tuvo un impacto real en el partido, los Celtics cerraron el primer tiempo con una lluvia de triples irrealizable de replicar para unos Mavericks al filo del precipicio. Tatum se la enchufó en la cara a Doncic en el último minuto, pero el esloveno amagó con despertar con un dos mucho más uno fulgurante del otro lado. Falló el agregada y, peor todavía, Payton Pritchard salió para esos cuatro segundos que quitaban para clavar otro triplazo colosal desde el medio campo sobre la bocina del descanso , que situó el 67-46 en el marcador.

Los Mavs se aferraban a ese amago de remontada que próximo estuvo de dejarles robar un encuentro en exactamente el mismo escenario a lo largo del tercer asalto. Esos 21 puntos eran la distancia que recortaron en menos de un período entonces, pero los Celtics salieron del receso con la lección aprendida. Siempre y en todo momento hubo una contestación a los tímidos intentos del contrincante , y la réplica la tenían todos y cada uno de los devotos de Mazzulla. Derrick White (14), que se dejó verdaderamente la dentadura tras un duro golpe, Jrue Holiday (15), el aplomo del único vencedor previo en el grupo , todos aportaron su granito de arena. Hasta Sam Hauser (8) hurgó en la herida de Dallas.

Al Horford, 186 encuentros después en los playoffs, el segundo jugador que mucho más partidos había juntado sin anillo, encontró al fin el título que todo jugador anhela a sus 38 años. El dominicano fue uno de los más festejados en una velada que dejó tres novedosas nacionalidades en la lista de campeones de la liga. Neemias Queta, una nota ajeno , es el primer portugués en levantar el Larry O\'Brien. Letonia, de la mano del asimismo heroico Porzingis, que deberá pasar por quirófano para solucionar su extraña lesión en la pierna, también se une a la fiesta junto a la República Dominicana.

La exhibición del grupo liderado por Mazzulla, hace un par de años cuarto asistente del aparato bajo las órdenes de Ime Udoka, fue tan definitiva como el juego coral exhibido a lo largo del año. "En la vida tienes pocas oportunidades para ser grande, y en el momento en que se te presentan , debes coger el toro por los cuernos", apuntaba el entrenador en medio de una celebración verde. Pese a su poca experiencia en la élite, el técnico probó una convicción absoluta en sus postulados, convirtiendo a su grupo en el altercado mucho más eficiente de la historia de la liga.

Tras controlar con 64 victorias y solo 18 derrotas en temporada regular, y firmar un contundente 16-3 en estos playoffs, los Celtics silenciaron todas las dudas de los últimos meses que aducían a descalabros como las Finales de 2022 o el duro revés en las Finales del Este el curso pasado. Tras atropellar a los Mavs, a la postre el más destacable aparato del Oeste, de un Doncic también histórico en estos playoffs –absolutamente nadie había terminado una etapa final dominando en puntos, rebotes, asistencias y robos –, absolutamente nadie va a poder quitar mérito a una temporada prácticamente idónea para los de Massachussets.

Un apunte acaba de desvanecer inquietudes y pone en contexto el logro que piensa este decimoctavo anillo para Boston: solo 14 equipos acumularon 80 victorias durante la historia, y ellos son el quinto en conseguirlo en el siglo XXI, uniéndose a la dinastía de los Warriors, a los Heat del big-three, los Lakers de Kobe y Pau y los Celtics de Pierce, Garnett y Allen.

Expresiones mayores para Tatum, Brown y compañía, que ya forman parte de los libros de historia de la NBA.

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